LA OTRA CARA DE LA MEMORIA HISTÓRICA

La disolución de las Cortes y convocatoria de Elecciones Generales para el 15 de febrero (7 de enero). Firma el pacto el Frente Popular (15 de enero). Victoria electoral del Frente Popular (16 de febrero). Puesta en libertad de todos los presos políticos y por razones sociales (laborales), aprobada por la Diputación Permanente de las Cortes (21 de febrero). Detención de José Antonio Primo de Rivera y otros destacados falangistas (14 de marzo). Destitución de Niceto Alcalá Zamora como Presidente de la II República (7 de abril). Manuel Azaña, Presidente de la II República (12 de mayo). Fueron entre otros, acontecimientos decisivos en aquel año.

"Lo primero que tendremos que hacer es desarmar al capitalismo. ¿Cuáles son las armas del capitalismo? El Ejército, la Guardia Civil, los Guardias de Asalto y, en lugar general, la Justicia. Y en su lugar, ¿qué? Esto: armamento general del pueblo. El comunismo es la evolución natural del socialismo, su última y definitiva etapa. El triunfo será nuestro. No hay hoy en España un solo Oficial del Ejército que se atreva a salir a la calle para desenvainar la espada e imponer un régimen contrario al marxismo. La reacción sería tremenda y aplastante, porque hoy, en España, las masas están organizadas de manera que es difícil, casi imposible, incluso que un régimen de fuerte autoridad mantenida y asegurada por el Ejército, destrozarlas e impedirlas manifestarse. Si ganan las derechas, tendremos que ir a la guerra civil". (Francisco Largo Caballero. Mitin en Alicante. 27 de enero de 1.936.)

"Implantaremos en España el movimiento estajanovista –trabajo intensivo- cuando tengamos un Gobierno de obreros, soldados y campesinos, pues aspiramos a implantar una república lo mismo que la Unión Soviética" (José Díaz Ramos. Secretario General del Partido Comunista de España. Mitin del 6 de febrero de 1.936).

"No queremos engañar a nadie, y por eso decimos a la clase obrera que ella sola es la que, abierto el camino, tiene que seguir su ruta permanente hasta que levante sobre las ruinas de la vieja sociedad capitalista otra nueva sociedad de progreso, como se ha levantado ya en la sexta parte del mundo: la Unión Soviética" (Julio Álvarez del Vayo. Mitin socialista en Barcelona en marzo de 1.936).

La sublevación militar dirigida por los Generales Sanjurjo y Mola, comenzó el 17 de julio en Melilla, y se extendió a varias capitales peninsulares al día siguiente. Uno de los hechos más significativos y, al mismo tiempo, menos investigado, fue la proyectada Olimpiada Popular (Juegos del Trabajo), propaganda para los días 22 al 26 de julio, para concentrar en Barcelona a varios miles de supuestos deportistas de varios países vinculados a la Komintern que apoyaría la revolución marxista. Entre otras pruebas fehacientes de sus objetivos, comenzando por la carcelería de las Brigadas Internacionales que se utilizó en tiempo récord, como prueba de que ya estaba impresa, los supuestos deportistas se convirtieron el mismo día 18 de julio de 1.936 en cuatro Brigadas Internacionales. El armamento de las cuatro Brigadas fue servido por los buques anclados en el puerto de Barcelona desde una semana antes.

En 1.987, Televisión Española manipuló la historia de la Guerra Civil en su programa titulado “España en Guerra”, emitido el 27 de marzo de 1.987. La atroz matanza de las familias Gala y Llera, y allegados, en el pueblo extremeño de Granja de Torrehermosa, obra de los milicianos del Frente Popular el día 24 de septiembre de 1.936, fue presentada como cometida por las Tropas Nacionales. El cruel engaño fue descubierto por supervivientes de las familias citadas con tanto dolor como estupor.

Descubierta la manipulación histórica de TVE y los autores del programa, el diario ABC publicó el 31 de mayo de 1.987 las fotografías de la matanza y los datos correctos. (Fotografías que no he querido reproducir en este artículo, no sólo por desagradables, sino por crueles).

Lo que se desencadenó en Paracuellos del Jarama no fue algo espontáneo, sino el resultado de un odio desatado entre las izquierdas (no entre los republicanos) desde el advenimiento de la II República en abril de 1.931.

No sólo se asesinaron Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Religiosas y Seminaristas, sino también a los disconformes y especialmente a los no izquierdistas. Concluye el General Rafael Casas de la Vega, que de los 8.500 asesinados en Madrid entre julio y diciembre de 1.936, unos 3.200 (caídos entre agosto y octubre, antes de las grandes matanzas de Paracuellos) son atribuibles a las checas. En realidad, la actividad aniquiladora de las checas siguió hasta finales de 1.937, donde se calcula que en la misma capital y alrededores, asesinaron a más de 2.300 personas. Procedimiento habitual de los chequistas era “trasladar” a los presos fuera de Madrid y fusilarlos de noche en algún cementerio, donde luego se los encontraban los atónitos vecinos.

Las checas eran cubículos de 2 x 1,5 metros de planta y 2 metros de alto, con un camastro de obra con una inclinación del 20%; si te dormías, caías al suelo. ¡Y el suelo estaba erizado de una serie de tochos que obstaculizaban los pies si intentabas caminar…! Las paredes se calafeteaban de alquitrán por fuera y por dentro, con lo que el bochorno era sofocante, y en una de las paredes se pintaban dameros, espirales, líneas y círculos con el fin de marear al preso… Además de utilizar todo tipo de artilugios de martirio.

El historiador César Alcalá, estudioso de las checas de Barcelona, explica en una entrevista algunos crímenes realizados en el territorio sometido al gobierno de la Generalitat de Cataluña durante la guerra civil. Lluís Companys no supo frenar aquellos crímenes, por lo que alguna responsabilidad de éstos podemos atribuirle. Como Presidente de todos los catalanes… 8.352 de ellos fueron asesinados en Cataluña de 1.936 a 1.939, muchos previo paso por las checas.

Victoria Prego (El Mundo, 6 de septiembre de 2.006), escribió un largo y documentado artículo sobre el cementerio de Paracuellos, en el que dijo entre otras cosas: “El lugar es una extensión inmensa cuajada de cruces sin nombre. No hay tumbas o, mejor dicho, hay siete tumbas gigantescas, fosas comunes, cubiertas de tierra. En esos siete espacios de 200 ó 300 metros de largo, un jardinero arranca con cuidado la maleza.” ”Cazas republicanos derriban el avión en el que viajaban a Ginebra los documentos de las atrocidades cometidas en Madrid. A día de hoy está documentada la identidad de entre 4.000 y 4.600 víctimas enterradas en Paracuellos del Jarama. Los presos, atados de dos en dos, son fusilados por tandas, cogidos con ganchos y arrastrados hasta la fosa. No se les da el tiro de gracia y muchos mueren asfixiados por el peso de otros cuerpos y de la tierra que les sepulta”.

Félix Schlayer, encargado de Negocios de la Embajada de Noruega en Madrid, y el doctor George Henny, delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja, han sido los primeros en darse cuenta de la existencia de un plan para asesinar de forma masiva a los presos de las cárceles de Madrid. Aunque en ese instante no son conscientes de la auténtica dimensión de lo que tienen delante, ellos son los que descubren los lugares donde se está perpetrando la mayor masacre de la Guerra Civil española. Pero antes de haberse asomado más de cerca a la tragedia, ambos, habían acudido el mismo día 7 de noviembre a denunciar sus sospechas ante los responsables del orden en Madrid. Primero hablan con el General Miaja, que les da seguridad de que “a los presos no les tocarían ni un pelo”. Luego acuden a Santiago Carrillo, delegado de Orden Público, quien asegura no saber nada del tema pero les da toda clase de garantías sobre la protección de los presos.

A esas horas, sin embargo, cientos de cadáveres habían empezado ya a ocupar las fosas recién cavadas. Al día siguiente, y al otro, y al otro, y así durante todo un mes. Las sacas y los asesinatos continúan “sin que Miaja y Carrillo”, escribe Schlayer en 1.938, “se creyeran obligados a intervenir. Entonces sí que no podían ya alegar desconocimiento, ya que ambos estaban informados por nosotros”.

El 8 de diciembre, el delegado de la Cruz Roja Internacional, doctor Henny, viaja en un avión con los distintivos de la Embajada de Francia bien visibles hacia Ginebra donde se iba a celebrar sesión del Consejo de la Sociedad de Naciones. Lleva en sus maletas documentos probatorios de las atrocidades cometidas en Madrid. Pero efectivamente, como describe Victoria Prego, ese avión es derribado a la altura de Pastrana (Guadalajara), por dos cazas rusos y las pruebas documentales de las matanzas de Madrid nunca llegan a su destino.

Esta es la otra cara de la memoria histórica, que tanto el ex Presidente Rodríguez Zapatero como Esquerra Republicana de Cataluña, no quieren reconocer.

“Si ignoras lo que ocurrió antes de que nacieras, siempre serás un niño”, escribió CICERÓN.

Extracto del artículo de Francisco Javier de la Uz Jiménez: "La otra cara de la Memoria Histórica" (2 de diciembre de 2013).

Fuente: http://devale.blogspot.com.es/

Fotografía: Cuerpos de civiles asesinados por el Frente Popular, abandonados en las cunetas, antes de retirarse de Marbella (Málaga). La retirada de las milicias del Frente Popular, a veces muy precipitada por la llegada peligrosa de las Tropas Nacionales, se saldaba con fusilamientos masivos en los márgenes de las carreteras de acceso a los pueblos. Eran generalmente presos encarcelados desde el 18 de julio y días posteriores.


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